viernes, 23 de marzo de 2018

¿ Quién le puso el nombre a la Luna ?

¿Quién le puso el nombre a la luna? 




¿Quién le puso el nombre a la luna?

¿Habrá sido la laguna, que de tanto verla por la noche decidió llamarla luna?





¿Quién le puso el nombre al elefante?


¿Habrá sido el vigilante, un día que paseaba muy campante?



¿Quién le puso el nombre a las rosas?



¿Quién le pone el nombre a las cosas?

Yo lo pienso todos los días.


¿Habrá un señor que se llama Pone nombres que saca los nombres de la Nombrería?


¿O la arena sola decidió llamarse arena y el mar solo decidió llamarse mar?


¿Cómo será?


(Menos mal que a mí me puso el nombre mi mamá).


Actividades sugeridas luego de narrar el cuento: 

  • Conversar acerca de los nombres de cada uno: los niños, las niñas, la señorita, los papás, las mamás, etc.
  • Preguntar y preguntarse si alguno de los nombres se repite y destacar que aún cuando los nombres sean iguales, las personas son diferentes, únicas, singulares.
  • Contar quién eligió sus nombres y el motivo de la elección. El que lo desconozca, averiguarlo en casa.
  • Imaginar que somos Pone Nombres y tenemos una Nombrería ¿Cuál sería el nombre que elegiríamos para nosotros?
  • Confeccionar títeres con los personajes del cuento: la luna, el elefante, la rosa. Utilizar diferentes recursos: papel, medias, mates, globos, manoplas, etc.
  • Imaginar diálogos entre los personajes. Escribir una breve obra de títeres en la que los personajes dialoguen sobre rasgos de su identidad: nombre, apodo, nacionalidad, juegos que les atraen, comidas, películas, lugares de preferencia, etc.
  • Efectuar la presentación organizados en distintos grupos.
  • Recrear la presentación a través de dramatizaciones o pantomimas.
  • Discutir qué rasgos se representaron con mayor exactitud y cuáles no.
  • Crear situaciones cotidianas, comunes a todos los niños, donde cada uno pueda asumir libremente distintos roles, recreando grupalmente vivencias propias y expresando en ellas sus sentimientos.
  • Realizar juegos de mímicas utilizando sólo la expresión del rostro. El resto de los niños interpretarán lo que los mimos quieren decir.
  • Poner en práctica juegos de expresión corporal usando máscaras de papel sin expresión para que “el mensaje” se transmita exclusivamente a través del cuerpo.
  • Recopilar material referente a distintos grupos étnicos: cuentos, leyendas, canciones, relatos, manifestaciones artísticas, documentos testimoniales, estilos de relación, modos de entender la economía, la política, sociedad, etc.

Fuente :
http://www.docente.mendoza.edu.ar/

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